martes, 17 de abril de 2012

Degas y la fotografía

Cuando la vista empezó a fallarle, hacia el final de su carrera artística, el genio impresionista recurrió a la cámara fotográfica para reflejar su temática preferida: las bailarinas. Tan sólo sus amigos más íntimos estaban al corriente de su obsesión por la fotografía.


Soltero y sin hijos, Edgar Degas trabaja sin descanso en su estudio al que muy pocas personas podían acceder. Hubo que esperar, por ello, a su fallecimiento, en 1917, momento en que fue examinado todo cuanto había en su estudio, para descubrir que había estado obsesionado con las posibilidades de la cámara fotográfica.


Todas las fotografías que se encontraron en su estudio tenían el movimiento como tema a experimentar. A pesar de que cuando Degas empezó a aficionarse a la cámara fotográfica, la fotografía se había inventado hacía ya décadas, sus tomas destacan por su originalidad. Ann Dumas, comisaria de la exposición que se realizó en Londres explica con claridad: 'A Degas no le interesaban los retratos de familia que reflejaban la buena posición o las modas, sino la luz y la oscuridad, la composición y el movimiento. Su obra está ejecutada con la mirada de un pintor.'


Sus pinturas fueron en su momento tan chocantes como los retratos de Toulouse-Lautrec  de los bebedores de absenta o las busconas de Montmartre; cuyo claro ejemplo serían su cuadros de las bailarinas ya que en aquellos tiempos estaban poco mejor consideradas que las prostitutas.


Degas era consciente de la polémica que provocarían estos cuadros entre la sociedad parisina del momento; a pesar de ello, se negaba a cultivar temas históricos o clásicos; los preferidos de aquella época. Pero a diferencia de muchos su interés por las bailarinas fue puramente artístico y sus fotos revelan el deseo de explorar el movimiento; justo lo que habían hecho los pioneros de la fotografía.








1 comentario:

  1. Resulta de gran importancia la relación que existe entre la fotografía de Degas y su pintura, no sólo porque le permitiera estudiar la luz o el movimiento sino también porque muchas de esas imágenes le sirvieron directamente para realizar algunas de sus pinturas sobre las famosas bailarinas. Puede verse en los cuadros una composición que bien podría recordar a la de una fotografía: se trata de algo más instantáneo, de composición "no pensada" intencionadamente dando lugar a figuras que aparecen cortadas por el límite del lienzo... Pequeños detalles que caracterizan la pintura de Degas y le aportan un valor adicional por fusionar dos técnicas que en un principio iban a querer ser tan diferentes.

    Carolina Larrazabal

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