martes, 24 de abril de 2012

Arte efímero sin fecha de caducidad

Antes el rey buscaba un escultor para hacer perdurar su nombre, el general un arquitecto para edificar la conmemoración de una victoria, la mujer, un pintor para conservar eterna la belleza de su juventud.  En el objeto mismo de las maquetas, estaba la intención de representar en 3 dimensiones a la vez que la de no poner fecha de caducidad a un proyecto que podía ser agotado por el tiempo.  Ahora ese sentido historicista del arte se ve relegado a la posibilidad que ofrecen las nuevas tecnologías para hacer perdurar personas, situaciones, hechos en el tiempo, para recoger la historia y narrarla. El arte se reserva los derechos de expresión y se permite el lujo de ser efímero, de impactar en un momento dado pero, de no tener la intención de durar para siempre.
La vida y el tiempo pasan mucho más rápido ahora. Estamos acostumbrados a tener lo que queremos ahora, a poder revivir mediante el cine, las grabaciones y miles de formatos del recuerdo, el pasado. Lo de antes puede ser ahora igual que lo de ahora será luego. La sociedad consumista, la facilidad de medios de comunicación permiten que para la obra de arte no exista el tiempo.
Quería concretar esta idea del arte efimero fijandome en una de sus manifestaciones: la escultura de arena.







Soy escultor de arena.

Suena a broma, pero no lo es. En el mundo existen decenas, tal vez cientos, de escultores de arena profesionales. Son artistas de lo efímero que han perfeccionado la infantil tarea de construir castillos en la playa gracias a largas horas de experimentación y práctica, hasta convertirla en una ocupación de insospechadas aplicaciones y alcances.
Los escultores de arena construyen obras de variada temática, máxima precisión y (generalmente) ambiciosas proporciones. Lo hacen utilizando técnicas de compactación, humectación y moldeado del dorado elemento y valiéndose de algunos utensilios y herramientas (palas, pinceles, cubos, redes, plásticos, etc.). Sus creaciones duran apenas unos días, a veces tan sólo horas por efectos de algún inesperado vendaval o tormenta, pero siempre concitan la inmediata atención de quienes las encuentran a su paso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario